Sirve a su protegido y le aporta relámpagos mágicos a su vida humana, la espolvorea de milagros, de sorpresas, de suerte y ayuda a descubrir lo desconocido.
Símbolo de actividad y poder, la vida humana se recoge en la mano de Dios. Significa el perdón, la honestidad y la apertura. Ayuda a tomar decisiones correctas. aporta esperanza para la ayuda divina en momentos inciertos y malos tragos.
Para ayudar al portador por un camino seguro y le ayuda a tomar las deciones adecuadas y correctas. Abre las puertas de la inspiración y de la intuición, pues conecta alportador con su Dios interior. Facilita el acceso a los lugares más recónditos del cerebro, y el acceso a la innata sabiduría interior que todos portamos en nuestro corazón